sábado, 1 de abril de 2017

Diez mejores momentos de La Odisea, de Homero

“Odisea”, una obra significativa entre la literatura universal, que cuenta las aventuras del guerrero Odiseo (o Ulises), por las que debe pasar para poder volver a su reino luego de la guerra de Troya. Llena de aventuras, incertidumbre y acción, es una obra con muchas cosas a destacar.
Es por ello que, a continuación, les presento este Top, que consiste en los diez mejores momentos –desde la subjetividad– de la epopeya.  

10. La isla de los lestrigones (Canto X): Eolo ayuda a la tripulación de Odiseo para volver a Ítaca, regalándole una bolsa con los vientos del oeste. Al quedarse dormido, sus hombres la abrieron por curiosidad, y los vientos escapan. Por culpa de la tormenta fueron a dar a la isla de los Lestrigones; monstruosos gigantes antropófagos, que se devoraron a gran parte de los hombres, ocasionando enorme terror y caos en el viaje.




9. La isla de Calipso (Canto XII): en este canto es donde Odiseo da final a la narración de sus travesías anteriores a su llegada donde los feacios. Aquí cuenta cómo llega a la isla de la diosa Calipso. Estando en la isla de Helios, pese a las advertencias de no tocar las reses del dios Helios, los hombres sacrificaron a los animales y tuvieron que huir corriendo de la furia del dios. Estando en el barco, Zeus lanza un rayo contra el navío, destruyéndolo por completo, quedando vivo solamente Odiseo, que después arrima a Ogigia,
la isla de la diosa Calipso, quien lo retendrá durante mucho tiempo, porque se enamora de él.


8. Telémaco reconoce a Odiseo (Canto XVI): Luego que Telémaco regrese a Ítaca, se dirige hacia la casa del porquerizo Eumeo. Allí se encuentra con un vagabundo, quien en realidad es Odiseo disfrazado. Cuando Eumeo abandona el lugar, para ir a informar a Penélope que su hijo ha regresado sano y salvo, Odiseo le revela su verdadera identidad a Telémaco. Después de diez años, vuelven a verse, padre e hijo, para planear el exterminio de aquellos que profanan el reino y castillo del rey.
“No soy ningún dios. ¿Por qué me confundes con los dioses? Soy tu padre, por quien suspiras y por quien  has sufrido dolorosas penas y ultrajes de hombres.”
Le dice Odiseo a su hijo cuando se encuentran y este lo confunde con un dios, al verlo.

7. Argos (Canto XVII): Odiseo llega al palacio, disfrazado aún, y solamente es Argos, su perro, quien lo reconoce. Aquel animal alguna vez fue un valeroso y admirable perro; sin embargo, debido al tiempo, se encuentra decrepito. Cuando Odiseo llega, el perro que lo había esperado durante diez años, por más que su amo haya ocultado su rostro y cuerpo bajo el aspecto de mendigo, lo reconoce y en ese instante, muere. Uno de los nefastos momentos del libro que, pese a ser corto, merece mención debido a la conmovedora historia de Argos, que, aunque hoy es típica, esta fue de las primeras. Sí, quizás les recuerde al caso de Hachikō.


6. Escila y Caribdis: Luego de atravesar las sirenas, los hombres se cruzan con estas dos monstruosidades marinas. Es una de las partes más fantásticas, debido a las criaturas que agobiaron el transcurso de los personajes al pasar por ellas; quedando una junto a la otra, sin poder eludirlas, obligados a acercárseles sí o sí. 
Escila, es un monstruo con múltiples rasgos, entre los cuales se destacan sus seis cabezas, las cuales devoraron a seis hombres de la tripulación de Odiseo. Por otra parte, Caribdis, es un horrible monstruo marino, hija de Poseidón y Gea, que traga enormes cantidades de agua tres veces al día y las devuelve otras tantas veces, adoptando así la forma de un remolino que devora todo lo que se encuentre a su alcance. Esta es mucho peor que Escila, ya que puede ocasionar más daños. Circe le advierte esto a Odiseo:
“Empuja rápidamente tu nave junto al escollo de Escila, ya que es mejor perder a seis de tus hombres que toda tu nave.”

5. Circe (Canto X): Al huir de los lestrigones, tras varios días, llegan a la isla de la mencionada anteriormente, la hechicera Circe. Ella convierte a muchos hombres de Odiseo en cerdos y los encarcela. El héroe, con la ayuda de Hermes, elude sus trampas y rescata a sus hombres. Ella se enamora de él, pero, al no conseguir enamorarlo, lo deja ir junto a la tripulación y le indica que debe ir hasta el inframundo para hablar con el adivino Tiresias y, que deberá pasar por las sirenas, Escila y Caribdis.  


4. La venganza (Canto XXII): Entre los capítulos finales, lo que muchos queríamos ver: cómo Odiseo regresa a su reino y se venga de aquellos descarados y arrogantes pretendientes. Penélope, congojada porque su esposo no llega, decide organizar un evento y quien lo gane será su esposo. Consistía en atravesar una flecha por doce aros, usando el arco de Odiseo. Muchos lo intentaron y ni siquiera pudieron levantarlo. Odiseo, todavía disfrazado, pide participación y en cuanto se le entrega el arco lo coge con gran facilidad y a la vez cumple el reto. Luego, con la ayuda de Telémaco y dos fieles hombres, ponen en marcha la emboscada. Antínoo es el primero en morir, por una flecha lanzada que le atraviesa el cuello. Y la masacre sigue y sigue, hasta que el rey termina vencedor. A las sirvientas que salían con los pretendientes o los ayudaban, las colgaron. Melantio, infiel cabrero, se les cortan los pies y las manos, las orejas y la nariz; y demás masacres y emociones contadas en este capítulo tan satisfactorio.



3. Las sirenas (Canto XII): En medio de uno de los capítulos más emotivos de la obra, en este lugar, se ubica: el encuentro de Odiseo y su tripulación con las sirenas. Como ya se ha de saber, las sirenas son criaturas que habitan en el mar y atraen a los barcos mediante ilusiones, para que estos, cegados por la seducción, choquen contra las rocas y después mueran. Con la diferencia que, en la mitología griega, las sirenas no son como se les conoce popularmente (mitad mujer, mitad pez); si no, mitad mujer y mitad pájaro. Odiseo atraviese por allí, debido a la visita a Tiresias, la cual fue sugerida por Circe. La diosa le dice a Odiseo que sus hombres deberían taparse los oídos para evitar el sonido de las sirenas; pero que, si él deseaba escucharlas, tendrían que atarlo al mástil y que ellos se asegurasen de que no hullera. Así se hizo y, es en esta única parte del libro, donde, Odiseo no logra huir a la tentación, renunciando a su humanismo e, irracionalmente, queriendo renunciar con tal de adquirir lo que las sirenas le prometían, que era la omnisciencia. 
De no haber sido por sus hombres quienes lo amarraron, Odiseo hubiese terminado muerto, entregándose al deseo de la omnisciencia. Es aquí que al héroe se le ve aceptar algo de este tipo; rechazó hasta la inmortalidad, mas, la omnisciencia era algo que había logrado desviarlo.  

2. El ciclope Polifemo (Canto IX): Llegan a la isla de los ciclopes sin saberlo, y, al entrar en una caverna, en cuanto llega el habitante de la morada, quedan sorprendidos por el descomunal tamaño del ciclope. Odiseo se muestra respetuoso ante la criatura y se aterra al ver la reacción del ciclope, quien se come a varios hombres. Odiseo, recurriendo a su astucia, logra escapar: le brinda vino al ciclope –este jamás había probado algo así–, emborrachándolo y diciéndole que su nombre era “Nadie”. Más tarde, lo dejan ciego, clavándole un afilado tronco. Polifemo, estallando en cólera, sale a gritar y los demás ciclopes, al oírlo, le preguntan qué le ha pasado, a lo que él contesta:
"Amigos, Nadie me mata con engaño y no con sus propias fuerzas."
(Gran Trolleo por parte de Odiseo; epic Troll :v). Entonces, tapa la salida con una gran roca gigante. Solo la abría cuando sus ovejas saliesen a pastar, valiéndose del tacto y el oído para asegurarse de que los hombres no huyesen; sin embargo, ellos logran escapar, camuflándose entre las ovejas. Después, estando en el barco, Odiseo se regocija de su hazaña y le presume a Polifemo, revelándole su verdadero nombre. ¡Grave error! Lo que Odiseo no sabía era que aquel estúpido ciclope, era hijo del dios Poseidón. La deidad, en venganza y enfado de su hijo, le complicará enormemente el viaje a Odiseo, influyendo mucho en aquella nefasta y dramática odisea.  

1. Viaje al inframundo (Canto XI): Odiseo atraviese un largo camino, enviado por Circe, mediante el cual tuvo que atravesar por Caribdis y Escila; todo para comunicarse con el adivino Tiresias, para que este le hablase sobre el destino de su viaje. Pese a estar muerto,
Tiresias es capaz de predicar desde el inframundo, pero para ello se debe visitarlo a través de un sacrificio y la sangre de ovejas, dentro de una copa, y en un punto específico. Así, se logra abrir una especie de portal que servirá para viajar a la morada de Hades. Tiresias le advierte al héroe de muchas malaventuras y complicaciones por las que deberá pasar y por lo que su viaje ha de ser muy tedioso. Este momento se da a destacar tanto, ya que es un capítulo lleno de nostalgia –en especial para quienes leyeron primero la Ilíada– y de dicha a la vez. Pues allí, durante aquel recorrido por el inframundo, Odiseo se topó con muchos fallecidos, entre los cuales se han de destacar sus compañeros durante la guerra de Troya; sí, aquellos hombres de los cuales se habla en la Ilíada, que combatieron junto a Odiseo, se encuentran con él; tales como: Agamenón, quien lo felicita por la fiel y hermosa esposa que tiene, y le habla de su mala suerte, y su esposa que no le fue tan querida, al haber preparado su muerte; también con otros valientes como: Áyax, Antíloco, el fuerte Hércules y, un inolvidable hombre, o un medio hombre, un semidiós…: ¡El pélida Aquiles! El asesino de Héctor, el de los pies ligeros, hijo de Peleo y la ninfa Tetis, el más fuerte y admirable de los Aqueos, se topa con Odiseo y este le habla al pélida sobre su hijo, quien, igual que su padre Aquiles, era un gran guerrero. Y otros personajes destacables. También, inesperadamente, se vio con su madre, quien había muerto durante aquellos días en que el protagonista andaba en el mar. Ella le explicó que su causa de muerte se debió a la depresión y melancolía de esperarlo y llegar a creerlo muerto. Este pasaje de la obra es, a mi parecer, muy destacable, debido a la emoción que se halla en él.



Esta fue una lista donde la ubicación fue muy complicada de elegir, en especial por los puestos más altos, ya que estaban muy parejos y cada uno tiene distintas cosas a destacar. Sé que algunos han de decir que hubiesen puesto “X” momento en “X” posición; sin embargo, concibo que este sería un orden en el que cada uno tuvo su justa mención.
Y tú, ¿de qué manera hubieses ubicado el Top? ¿Hubieses retirado o agregado algún otro momento a destacar o por descartar?

Espero vuestra opinión.  

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