“Bienvenidos a la casa de la
muerte” (titulo original: Welcome to Dead House) es un libro corto de ficción
y suspenso infantil, publicado en 1992, por el escritor estadounidense Robert
Lawrence Stine.
Pese, a ser un libro para jóvenes, de entre 8 a 16 años, no quiere decir que no pueda ser disfrutado por mayores, o que daba ser menospreciado. El libro resulta muy entretenido y engancha fácil.
La historia es narrada en primera
persona por Amanda, la hija mayor de 12 años de su familia, constituida por sus
padres, su hermano menor de 11 años,
Josh, y el perro Petey.
Su padre recibe una carta de un
tío-abuelo que les dejó como herencia su antigua casa, ubicada en Cascada
Oscura. El padre no deja pasar esta oportunidad, por lo que se muda con grandes
expectativas al nuevo hogar. Al llegar, a
los niños no les agrada la casa, por su estado y porque les infunde
terror e inseguridad. Josh, quien es el que más se mantiene quejando, demuestra
más claro su inconformismo por la morada, y expresa el miedo que le produce;
mas sus padres intentan convencerlo y calmarlo; pero, por más que los niños se abstengan,
ello no detiene a los padres de vivir en la nueva casa. Durante la estadía
allí, Amanda, tendrá constantes sucesos en los que verá cosas raras y
presenciará hechos que la harán dudar y llegar a creer que es su mente alterada,
exagerando las cosas. Hasta el perro demuestra su desconfianza por el nuevo
lugar, pues no solo la casa es lo extraño de la ciudad, sino el sector completo.
Hasta los niños que viven en el pueblo inspiran un sentimiento negativo para
Amanda. El nuevo sitio esconde una historia muy oscura detrás de él; y los
niños son quienes más sospechan de esto, desde su llegada al hogar.
El libro es algo corto, de un
poco más de cien páginas; aunque la cantidad no puede generar en el lector la
idea de que el libro haya de ser malo; por el contrario, en tan pocas páginas,
la historia llega a atrapar y ser bastante buena, muy creativa y bien
argumentada. Mientras que el libro avanza, cuando vamos descubriendo cosas
sobre el pueblo y la casa, hace que nos apeguemos más por la historia,
queriendo saber más sobre la trama y conectarnos de manera perfecta con el
libro. Demostrando que su creador tiene una buena mente para esta categoría literaria.
Inclusive, si optara por escribir para un público más adulto, estoy seguro de
que igualmente conseguiría crear una genial creación. Me gustaría decir que podría
ser como el Stephen King para los niños, aunque eso sonaría algo pedante y
quizás exagerado para alguno.
R. L. Stine logra
describir de manera breve, pero minuciosa los hechos de la historia, de manera
creativa, ocurriendo diversas situaciones que, hacen del libro una buena
historia, entretenida y de calidad.
A pesar de ser infantil, Stine
consigue crear una buena atmosfera de terror, dándole ese suspenso al
desarrollo de la trama, haciendo que el misterio se manifieste en el lector;
logrando como cometido: un buen libro de suspenso y terror, para un público
infantil y que resulta perfecto para aquellos quienes quieran adentrarse a este
género o escritos de este tipo, o, si se desea que un niño inicie y le interese
el género de suspenso y terror, que lea este sencillo, pero intrigante libro.
Calificación final: 7.7
Calificación final: 7.7