“Poeta en Nueva York”, es
un poemario del autor español Federico García Lorca, representante
de la Generación del 27. Fue escrito entre 1929 y 1930 y publicado de manera póstuma
en 1940, tras cuatro años de la muerte del poeta.
En 1929 García Lorca abandona
España para visitar la Universidad de
Columbia, en Nueva York, para dictar conferencias en esta y más adelante en
Cuba; aunque se sugiere que lo hizo también por querer escapar de su
cotidianidad en su país, puesto que el poeta, cuando ello, estaba atravesando
periodos de depresión y angustia.
Se quedó en Nueva York hasta 1930
y luego viajaría a Cuba. Durante su estadía en Nueva York, Lorca quedó abatido
emocionalmente, molesto y aterrado con el entorno al que se enfrentaba en el
país. La discriminación a las minorías negras, la deshumanización por culpa de
la tecnología, el capitalismo, la injusticia, la industrialización y demás
temas, horrorizaron al escritor, por lo que este decide escribir diversos
poemas relativos a esto, en forma de grito y de queja a todo este entorno tan angustioso.
“Poeta en Nueva York”,
entonces, se convierte en una crítica poética a una sociedad deshumanizada y
egoísta, por lo que resulta innovador y curioso al tratarse de un poemario que termina
siendo un grito de horror hacia el mundo, que se encontraba en cambios y
problemas que podían resultar horrendos o agobiantes. Además es de destacar la notable influencia del surrealismo que recae en los poemas.
Pero no quiero mundo
ni sueño, voz divina,
quiero mi libertad, mi amor humano
en el rincón más oscuro de la brisa que nadie quiera.
¡Mi amor humano!
quiero mi libertad, mi amor humano
en el rincón más oscuro de la brisa que nadie quiera.
¡Mi amor humano!
Poema doble del lago Eden, de Poeta en Nueva York.
Es considerada una de las mayores
obras del escritor y no es para menos, debido a los numerosos temas en los que se
centra, las brillantes metáforas y el lenguaje utilizado en los poemas –los cuales,
en su mayoría, pese a estar escritos en verso libre, poseen un fuerte peso de
calidad–. Estos pueden resultar complicados para algunos lectores, por culpa de
las metáforas y alegorías a las que recurre el poeta, hasta cierto punto
complejas y con un gran valor artístico.
Federico García Lorca, en
esta obra, consigue sin duda alguna crear una viva representación del mundo en
el que se encontró y al cual criticó con gran estética y maestría por medio de
sus versos.
El poemario consta de un total de
35 poemas, los cuales están organizados de la siguiente forma:
- Poemas de la soledad en Columbia University
- Los negros
- Calles y sueños
- Poemas del lago Eden Mills
- Introducción a la muerte (Poemas de la soledad en Vermont)
- Vuelta a la ciudad
- Dos odas
- Huida de Nueva York (Dos valses hacia la civilización)
- El poeta llega a La Habana
Norma de amor te di, hombre de Apolo,
llanto con ruiseñor enajenado,
pero, pasto de ruina, te afilabas
para los breves sueños indecisos.
Pensamiento de enfrente, luz de ayer,
índices y señales del acaso.
Tu cintura de arena sin sosiego
atiende sólo rastros que no escalan.
Pero yo he de buscar por los rincones
tu alma tibia sin ti que no te entiende,
con el dolor de Apolo detenido
con que he roto la máscara que llevas
llanto con ruiseñor enajenado,
pero, pasto de ruina, te afilabas
para los breves sueños indecisos.
Pensamiento de enfrente, luz de ayer,
índices y señales del acaso.
Tu cintura de arena sin sosiego
atiende sólo rastros que no escalan.
Pero yo he de buscar por los rincones
tu alma tibia sin ti que no te entiende,
con el dolor de Apolo detenido
con que he roto la máscara que llevas
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