“El diablo en la botella”
(título original: The Bottle Imp), es un relato del escritor escocés Robert
Louis Stevenson, publicado en 1891, por el diario New York Herald.
La trama es la siguiente: Keawe,
un hombre de Hawái, quien, un día, anhelante de conocer nuevos lugares, viaja a
San Francisco. Recorriendo las calles de San Francisco y admirando sus bellas
casas, se topa con una peculiar, en la cual habita un hombre raro. Este le observa
detenidamente y en esas, le invita a pasar. El protagonista acepta y una vez
dentro, dialoga con él. El dueño de la casa posee un aspecto demacrado y
triste. Keawe le interroga sobre la razón de su estado de ánimo. Más adelante,
el hombre le explicaría y enseñaría un secreto, que le cambiaría la vida a Keawe.
Le muestra una botella de cuello largo.
Le confiesa que en el interior de esta hay un diablo, capaz de concederle a su
respectivo amo los deseos que quiera; excepto el de alargar la vida a una
persona. El extraño aprovecha la curiosidad de Keawe y se la vende. Le advierte
que antes de morir, deberá vendérsela a alguien más, por un precio inferior al
que la consiguió; de lo contrario, al morir, quedaría atrapado en el infierno, quemándose
de forma eterna en las aterradoras llamas infernales.
Al inicio el protagonista se
mostrará reticente en cuanto a sus expectativas de la botella. Sin embargo,
después se maravillará y horrorizará a la vez, por los alcances de la botella y
de las consecuencias de todo.
El resto de la trama consistirá
en la travesía de Keawe por culpa de la botella; lo que esta le concederá y en
los líos complejos en los cuales terminará, por bregar a venderla, con el
diablo en su interior. En ello, se verá
implicada la suerte del hombre y a la vez implicará a otros inocentes, que acabarán
al igual que él, preocupados por el paradero de la botella y de sus vidas.
El relato resulta ameno y posee
una prosa que le permite ser leído de forma rápida; sencilla. La historia y el
drama desenlazado en esta, son muy interesante. No obstante, por desgracia, el
final lo considero pasivo e insatisfactorio. Aun así, ello no significa que “El
diablo en la botella” no sea un relato recomendable. Una de las obras
más recordadas de Robert Louis Stevenson; aunque no es la de mayor calidad.
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